Eso fue lo que se me pasó por la mente el sabado, que me tocó trabajar y sobretodo madrugar despues de haberme ido de cena con la gente del equipo y aunque estuvimos formales y no llegué excesivamente tarde a casa pues ya sabeis lo que suele pasar, que te despiertas un montón de veces porque no quieres dormirte y al final miré mal la hora y me levanté una hora antes. Sin comentarios.
Total, dia lluvioso y gris en el botxo y una que empieza a trabajar sin grandes sobresaltos hasta que a eso de la diez aproximadamente se va la luz en el edificio y en unos instantes saltan los generadores de emergencia pero se nos cortan las llamadas y en parte de la planta no ha vuelto la luz, vaya, vaya. Tras hablar con el segurata que me indica que el problema solo lo tenemos nosotros, decido pasar el aviso de averia e ir a investigar con la inestimable colaboración de Miñambres y vemos que hay un diferencial que no hay manera de dejarlo en su sitio porque salta constantemente asi que bajo a la segunda planta (yo curro en la tercera) a hablar con los de energia y que me lo solucionen, pero los de energia me dicen que eso no es lo suyo, que eso lo lleva inmobiliario aunque me hacen el favor de remover cielo y tierra para buscarme al responsable de guardia. Tras varios paseos para arriba y para abajo, me localizan al jefe que me llama para avisarme que me envia un par de currelas que llegan enseguida y raudos y veloces me arreglan lo del diferencial pero no la alimentación de las llamadas. Casualidades de la vida, pero no tiene nada que ver una cosa con la otra. Y se van a investigar a la segunda planta. Tras un rato me voy a buscarlos porque esto tiene muy mala pinta y resulta que llaman a otros dos amiguitos para que les echen un cable (nunca mejor dicho) y entre todos encuentran la sala donde está el problema pero ¡está cerrada con llave!. Hay que buscar la llave.
La llave no aparece por ningun lado pero si el jefe de inmobiliario que ha venido desde casa para ver que pasa y decide tirar la puerta abajo. Dicho y hecho, se lanza en plancha contra la puerta y la abre (con algun desperfecto, eso sí) y por fin se soluciona el tema.
Todavia tuvimos algun otro incidente con algun fusible, jua, jua. Eso sí, a mi la siesta no me la quitó nadie porque ¡¡¡Que he hecho yo para merecer esto!!!
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